Resulta preocupante la agresividad con la que se dirige la señora Rodríguez siempre hacia los concejales de Compromís, especialmente cuando realizamos nuestro trabajo de control y monitoreo de la acción de gobierno bajo criterios de moderación, sin exaltaciones ni acusaciones gratuitas. El escrito de la responsable de Cultura merece varias puntualizaciones.
En primer lugar, cuando fuimos conocedores del problema de humedades, no sólo acudimos a hablar con el técnico responsable, sino también con técnicos de urbanismo, además de realizar un análisis de la legislación. Fueron los técnicos los que nos avisaron inicialmente del incumplimiento de la ley, de igual manera que nos advirtieron de las posibles consecuencias penales si ocurría alguna desgracia. Como seguro usted es conocedora, en un delito se puede incurrir de manera consciente o por negligencia o imprudencia, como sería el caso.
Por otra parte, hablamos también con la arquitecta municipal, quien nos trasladó que no se había hecho ninguna valoración económica de un posible traslado y que en todo caso esa decisión no le correspondía a ella tomarla, sino a la responsable política. Es por ello que desde Compromís decidimos presentar un escrito para que se estudiara una solución definitiva, en positivo y sin atacar a nadie.
Quizá el problema sea que ha quedado patente que en todo este tiempo el interés de Rodríguez por considerar un posible traslado del depósito ha sido nulo. Echar ahora la culpa a quien fue responsable de Urbanismo es bastante pueril, sinceramente, pues desde hace un año existe una nueva responsable y la situación es la misma. La complacencia hacia sus compañeros de gobierno y el ataque hacia Compromís debe ser su peculiar manera de realización personal, y en vez de asumir que quienes estamos fuera trabajamos para que la administración funcione mejor y atienda necesidades, prefiere asistir felizmente ante la inacción de un gobierno que trabaja desde la terraza del bar.
En esta misma línea, preocupa que después de 3 años y medio en el gobierno la concejala de Cultura desconozca sus competencias y la de sus compañeros, pues el área que yo dirigía era la de Obras y Mantenimiento de vías públicas. Vías públicas, repito. Los edificios municipales se hallan adscritos al área de Patrimonio o, como en el caso del Archivo, a la Concejalía de Cultura, por lo que las partidas de mantenimiento se hallan bajo su responsabilidad. Eso no quita que la brigada de obras haya estado en todo momento a disposición del equipo de gobierno en orden a abaratar las posibles acciones necesarias, como ha hecho en repetidas ocasiones con el Mercado Municipal, la reforma del salón de plenos o incluso con el refugio de Pedro José, donde se dedicaron 3 operarios durante más de un mes exclusivamente al proyecto de Cultura. Desde Obras y Mantenimiento, a pesar de la carencia de personal, siempre fomenté la colaboración entre concejalías aportando mano de obra, cosa que nadie nunca ha agradecido.
Desde nuestra formación observamos con espanto la actitud que en repetidas ocasiones la portavoz de Esquerra Unida ha tenido durante esta legislatura, callando ante despropósitos e injusticias palpables como la propuesta socialista de subir los salarios a los concejales, los engaños a los trabajadores de la empresa de limpieza o ante el incumplimiento sistemático del acuerdo de investidura; enmudeciendo ante los enchufismos, olvidando a la Plataforma Anticrematorio cuando dejó de interesarle, abandonando la idea de remunicipalización de Parques y Jardines, resignándose a la no aprobación de presupuestos para 2018 mientras la Casa de Cultura sigue sufriendo la falta de aire acondicionado, o justificando ataques verbales a funcionarias cuando hace 4 años hacía dimitir a su representante municipal por declaraciones inapropiadas en una red social. A pesar de todo, hay algo que sabe hacer muy bien: lanzar balones fuera y no responsabilizarse.
Es grave hacer acusaciones tan gratuitas, convirtiendo la política en un patio de colegio donde Rodríguez pierde más tiempo y dedicación en lanzar dardos envenenados de su propia sangre para atacar a quienes hacen su trabajo, en lugar de dedicar sus esfuerzos a cumplir sus funciones como regidora. Definir nuestra oposición como postureo es todo un halago viniendo de la reina de la hipocresía. Efectivamente, no todo vale.
Nosotros siempre hemos reconocido el buen trabajo que se ha realizado en general desde Cultura, apoyando a Clara en todo momento y colaborando en varias ocasiones. Por eso lamentamos profundamente tener que entrar a contestar públicamente unas declaraciones que se han realizado desde el despecho y la ignorancia. Esperamos que nuestras propuestas dejen de ser utilizadas como una oportunidad para darse protagonismo, tapar complejos y carencias, y se conciban como lo que realmente son.
Sergio Agueitos