Dignificar la política es un mandato de la gente desde hace años. Ahora bien, ¿quién se encarga de tal tarea? ¿La política? ¿La ciudadanía con su voto? ¿Los medios encargados de informar? Hemos de reconocer que todas las partes juegan un papel importante. No existirían partidos corruptos sin el voto cómplice. Tampoco existirían políticos corruptos si todos los partidos se tomaran en serio la ética pública, de igual manera que la sociedad no puede atisbar soluciones si solo encuentra manipulación en televisiones y periódicos con el mensaje claro de que “todos son iguales”.
Y NO. NO TODOS SOMOS IGUALES. Con Compromís en la Conselleria de Educación hemos visto cómo Lo Romero por fin cuenta con instalaciones dignas, el IES García Berlanga ha iniciado el mismo camino y se ha proyectado un nuevo centro de formación profesional en Sant Joan enfocado a la economía verde, la robótica y la digitalización. A ello hay que sumarle todas las políticas sociales y educativas, como la gratuidad de los libros, el aumento de las becas comedor, el impulso de la educación de 0-3 años… Mientras, con el PP las instalaciones educativas se caían a pedazos, conselleras como María José Catalá se planteaban cobrar a familias que no podían pagar el comedor y llevaban “tuppers” de sus casas, por no hablar del saqueo sistemático y que en Sant Joan concretamente ascendía a casi 900.000 euros en sobrecostes de CIEGSA en el proyecto del nuevo instituto Lloixa y la ampliación de Rajoletes.
El discurso de la antipolítica es muy fácil y cumple la función de legitimar a aquellos que roban y se aprovechan de las instituciones. Es un discurso reaccionario que no aporta nada y solo contribuye a mantener el estado de saqueo y desvergüenza en el que nos encontramos.
Entiendan que me moleste cuando veo que tenemos un alcalde que únicamente se ha preocupado por su supervivencia política. Sin proyecto ni amor a sus vecinos y vecinas, únicamente se ha movido por su propio interés, que es precisamente lo que nos ha llevado al colapso democrático, ambiental y urbanístico en Sant Joan. Todo se ha justificado, hasta las barbaridades más grandes, desde el interés particular y la manipulación populista.
Román ha estado todos estos años más preocupado por ser el próximo alcaldable del Partido Popular que de mejorar nuestro pueblo. Poco le ha importado no presentar presupuestos, no dar solución a la ubicación del ecoparque, paralizar la contrata de jardines o impulsar un parque empresarial ilegal. Al PP tampoco se le han caído los anillos después de pedir en las últimas semanas su dimisión para, ahora, pasar alegremente a gobernar juntos y plantear una lista conjunta. El PSOE, por su parte, debe hacer una reflexión profunda sobre su apuesta en Sant Joan y su gestión, muchas veces más cercana a la que podría hacer el PP que a la que podríamos realizar desde Compromís. Mientras ciudades y pueblos avanzan en sostenibilidad, igualdad, políticas sociales y una mejor gestión de los recursos públicos, en Sant Joan el PSOE ha apostado por la parálisis y el engaño en el mejor de los casos.
En política es importante no confundirse de aliados. El PSOE ha alimentado y dado alas a una política neoliberal y depredadora del territorio, desmotivando a la población que lucha y apoya cualquier posibilidad de cambio hacia un modelo más justo y sostenible. La estrategia ya no puede pasar por pactar con la derecha. La única solución es apostar por un nuevo modelo ilusionante de ciudad. Compromís es garantía de transformación hacia el paradigma de la sostenibilidad y la justicia social. València es un ejemplo de ello.
Quiero poder vivir en un Sant Joan con mayores zonas verdes, calles más agradables por las que pasear y jugar, un mercado vivo y un comercio de proximidad en auge, mayores servicios públicos como el centro de día público planificado por Vicepresidencia y poder contar con un ayuntamiento que recupere espacio para la gente y sus necesidades.
No me gustaría volver a presenciar una legislatura vacía, 4 años perdidos mientras otros pueblos y ciudades avanzan y nos adelantan. No podemos empeñarnos en macroproyectos como el Parque Empresarial o fraudes como el de la UCAM.
Es por todo ello que haremos frente a todo gobierno que atenta contra los intereses de santjoaners y santjoaneres, liderado por una persona que como concejal no ha aportado nada a este pueblo más que vivir del cargo y que ha pasado por tres partidos diferentes, vendiéndose al mejor postor sin importarle el pueblo.
Mientras Santiago Román ha estado pendiente de su futuro político, Compromís fue quien propuso la recuperación del parking de la Ordana, los primeros en hacer propuestas durante la pandemia, reclamando ayudas a comerciantes y autónomos. Compromís ha venido reclamando un nuevo centro de salud, una nueva escuela infantil pública (no tenemos ni una sola en todo el municipio), ha conseguido que se proyecte un nuevo centro de día, se rehabilite la Torre Ansaldo, se renueve parte del centro histórico y seguiremos trabajando para que Sant Joan cuente con mejores zonas verdes, se recuperen las calles para la gente y tengamos un gobierno abierto, transparente y que genere confianza para poder trabajar en un futuro mejor para todos y todas.
por Sergio Agueitos